POR QUÉ Y PARA QUÉ SOY ABOGADA
Lo reconozco, cuando estudiaba nunca se me pasó por la cabeza ser abogada. Elegí Derecho porque quería ser juez y lo cierto es que durante la carrera nunca dudé que acabaría siéndolo.
Pero me equivocaba, no lo conseguí. Y pasados unos meses cobró sentido una frase que había leído hacía tiempo y seguía sin entender: "A veces, no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte".
Busqué trabajo como abogada por inercia y la suerte llegó en forma de jefe, el mejor que la vida podía ofrecerme, y de buenos compañeros de trabajo. Y fue entonces cuando comprendí el sentido de mi trabajo y el tipo de abogada que quería y podía ser: una abogada de personas, que escucha, se compromete, se ocupa y acompaña.
Y a ello dedico mi esfuerzo y mis ganas cada día. Creo haber encontrado mi propósito. Por eso te invito a que compartas conmigo tus dudas e inquietudes legales y afrontes los problemas que te impiden avanzar en busca del tuyo.